Recientemente, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), junto con el apoyo de otras instituciones, publicó el “Análisis de la Situación Poblacional del Ecuador 2024-2025”. En este documento se describen varios elementos sobre la situación demográfica del país que merecen ser analizados, pero el más importante es aquel que hace referencia al bono demográfico. Según la definición del INEC, el bono demográfico es “el período en que la población en edad de trabajar (15-64 años) crece en relación con la población dependiente (0-14 y 65+ años)”. A diferencia de otros países, Ecuador se encuentra en la etapa de crecimiento del bono demográfico y el número de personas entre 15-64 años continuará creciendo hasta el 2050 (Figura 1). El bono demográfico se terminará en el año 2069 y el número de personas que se encuentra en edad de trabajar llegará a su punto más alto aproximadamente en el año 2035 (Figura 2).
Figura 1. Bono demográfico de Ecuador 1950-2050

Fuente y elaboración: INEC
Figura 2. Bono demográfico 1950-2100

Fuente y elaboración: World Population Prospects. Nota: El área sombreada roja es el período del bono demográfico
Este contexto demográfico es positivo para la economía ecuatoriana pues implica que tiene más fuerza laboral que puede involucrarse en las actividades productivas. El PIB potencial de un país depende directamente de la productividad (A), el factor trabajo (L) y el factor capital (K), por lo que sí hay más trabajadores, la producción potencial del país será mayor. Es decir, tener un bono demográfico impulsa un mayor crecimiento porque hay más población que se dedica a trabajar, generar nuevas empresas y ser productivos.
Sin embargo, es un desafío importante aprovechar el bono demográfico porque solo hay una oportunidad para hacerlo. Si toda esta población en edad de trabajar no se capacita, no adquiere nuevas habilidades, no se educa y no tiene un empleo digno, se está desperdiciando la oportunidad de “sacar el jugo” a esta fuerza productiva que está joven. Por ello, la política económica en el mediano plazo debe poner mucho énfasis en generar oportunidades laborales, lo cual va atado a expandir el acceso a la educación y acelerar el crecimiento económico a través de la complejidad de exportaciones«
Por otro lado, el bono demográfico también tiene consecuencias sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones de Ecuador. Al igual que los países europeos, la población de 65+ en Ecuador irá creciendo en los próximos años e implica que se necesitarán más recursos para sostener el sistema de pensiones. No obstante, al tener Ecuador un bono demográfico, la solución al problema de sostenibilidad del sistema es diferente al de Europa.
En esta última región, se suele discutir como solución aumentar la edad de jubilación o encontrar otras fuentes de financiamiento; pero para el caso ecuatoriano la solución radica en aumentar los empleos formales para esta creciente cantidad de personas entre 15-64 años. Si estas personas acceden a un empleo formal, las aportaciones crecerán y con ello se fortalece la sostenibilidad del sistema. La población en edad de dependencia empezará a crecer a partir de 2035 en adelante (Figura 2), por lo que Ecuador tiene diez años para tratar de generar la mayor cantidad de empleo formal. Además, esta creación de empleo debe procurar mantenerse durante todo el período que dura el bono demográfico (hasta 2069).
En ese sentido, el Gobierno del «Nuevo Ecuador» debe comprender la gran oportunidad que tiene el país y pasar de una política de ajuste a una de crecimiento y planificación de largo plazo que permita aprovechar el bono demográfico. Lamentablemente, la eliminación de la Secretaría Nacional de Planificación indica que el gobierno no tiene la intención de planificar una estrategia diferente y dinámica que permita aumentar el PIB potencial y fortalecer verdaderamente el sistema de pensiones. Por el contrario, sigue concentrándose en políticas de austeridad de corto plazo y en presentar a la ciudadanía, como solución única, el aumento de la edad de jubilación. No aprovechar este bono demográfico supondría perder, tal vez, la mejor oportunidad para convertir a Ecuador en un país de ingreso alto en tan solo una o dos generaciones.
Referencia:
Análisis de la Situación Poblacional del Ecuador 2024-2025. https://ecuador.unfpa.org/es/publications/an%C3%A1lisis-de-situaci%C3%B3n-poblacional-del-ecuador-2024-2025

Buen análisis y oportuno el tema del bono demográfico en un contexto de debilitamiento institucional. Si no se aprovecha el bono demográfico y no se atrae capitales para la inversión en el sector real, así como tecnología, nuestra suerte como país está echada, y el futuro que nos espera es sombrío.
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