Luego de su visita a Chile, Lenín Moreno anunció, en cadena nacional, que analizaría detenidamente su adhesión a la Alianza del Pacífico ante la invitación de Kuczynski y Piñera. Esto también fue sugerido por el Foro de Economía y Finanzas Públicas, una agrupación conservadora. Y, por supuesto, ha sido impulsado por el Ministro de Comercio Exterior, Pablo Campana.
Estas nuevas declaraciones contradicen con las afirmaciones de Moreno en mayo de 2017, cuando antes de colocarse la banda presidencial, Moreno descartó formar parte de la Alianza del Pacífico. «Creemos que hay que preocuparse más por nuestra producción nacional, por nuestra soberanía alimentaria y no desmantelar nuestra capacidad incipiente productiva tanto en el campo agrícola y ganadero como de la pequeña industria y los microemprendimientos«.
En esa ocasión indicó que Ecuador se mantendría como país observador. A propuesta de Nathalie Cely, Ministra de la Producción luego de su retorno al país luego de ser embajadora en EEUU durante el gobierno de Rafael Correa, Ecuador es actualmente observador de la Alianza del Pacífico. Vale aclarar que ser observador no implica ninguna obligación.
Sin embargo, no deja de ser interesante que en el Ecuador se discuta adherirse a la Alianza del Pacífico a pesar de ser abiertamente inconstitucional.
En el capítulo 10 del protocolo de la Alianza del Pacífico, consta la solución de controversias inversionista-Estado mediante arbitraje internacional en el CIADI y en otros foros arbitrales. Esto ya ha sido rechazado por la Corte Constitucional en no menos de 16 decisiones. El Ecuador ya no reconoce al CIADI. Y claro está, también está prohibido expresamente en el artículo 422 de la Constitución.
Por otro lado, a nivel comercial, el Ecuador ya mantiene una zona de libre comercio con Colombia y Perú mediante su membresía en la Comunidad Andina. Y en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), Ecuador mantiene sendos acuerdos comerciales con Chile y México. En el caso de Chile, existe cero arancel para el 98% de las partidas de las exportaciones ecuatorianas.
Exclusivamente con México, aún hay aranceles en buena parte del comercio. El primer acuerdo comercial es del año 1983 y ha sido enmendado 10 veces, la última vez en 2003.
El principal obstáculo para ingresar a estos mercados o ampliar el acceso a los mismos no son los aranceles, sino los obstáculos técnicos al comercio: normas técnicas, normas sanitarias y normas fitosanitarias. Como ejemplo, tenemos el caso del camarón ecuatoriano para ingresar a México. El arancel está en apenas un 15%. En el 2014, el camarón ecuatoriano logró el 11% del total de las importaciones de crustáceos. Sin embargo, hoy ya no logra ingresar al enorme mercado mexicano. La razón: normas sanitarias.

Ingresar a la Alianza del Pacífico no arreglará ninguno de estos problemas. La política comercial debe enfocarse en una fuerte inversión en Agrocalidad, Instituto Nacional de Pesca, el Servicio de Normalización (INEN) y el Servicio de Acreditación (SAE); en un fuerte subsidio (por ejemplo, como una condición del drawback) para la certificación masiva de los productores y exportadores ecuatorianos en las normas de los países de destino; y, en financiar un fuerte lobby en los países de destino para lograr que se eliminen estas barreras comerciales.
La competitividad no es solo explotar más a los trabajadores con nuevos contratos o devolver los impuestos a los capitalistas. La competitividad es invertir en tecnología, en investigación y en mejora de procesos, para poder cumplir las normas técnicas y sanitarias de los países de destino. La competitividad, más allá de cumplir las normas mínimas, es lograr todo tipo de certificaciones para no solo entrar a más países, sino ingresar a más nichos de mercado.
Hablar de adherirse a la Alianza del Pacífico es solo para evidenciar un alineamiento geopolítico, no para fomentar nuestras exportaciones.
Lo que diga la Constitución no vale absolutamente nada si lo que queremos es que este Pais despegue económicamente por el bienestar del pueblo Ecuatoriano y asi va ser a Dios gracias tenemos finalmente un verdadero Presidente y seguro se quedará 8 años lo suficiente para que cambie finalmente el Futuro de nuestro maravilloso PAÍS
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