Ante la desesperación por la salida de dólares de las reservas internacionales, el gobierno ordenó la restitución parcial del Fondo de Liquidez, el mecanismo de seguridad financiera creado en 2008 que estaba depositado principalmente en Suiza.
Gracias a la información del mismo BCE, pero publicada dos meses después, conocemos lo que se detalla a continuación. Con la restitución parcial del Fondo de Liquidez, en abril ingresaron a la Reserva 1.182 millones de dólares. En las cifras mencionadas por el Presidente de la Asociación de Bancos Privados el 4 de mayo – al cual tuvo acceso privilegiado («según un estudio del Banco Central que lo van a publicar dentro de poco») – y, pocos días después, en un boletín de prensa del Banco Central del Ecuador del 6 de mayo, omitieron mencionar lo que había pasado con el Fondo de Liquidez.
El titular del boletín menciona «EN EL MES DE ABRIL SE REGISTRÓ UNA ENTRADA NETA DE CAPITALES DE 445,8 MILLONES DE DÓLARES». Sin la reforma al Fondo de Liquidez, se hubiera registrado una salida neta de capitales de $736 millones.
En el boletín del BCE, muestran el flujo neto acumulado de enero a abril del sector privado por +$1079 millones; si no se daba la reforma por la emergencia, el flujo neto acumulado de enero a abril hubiese sido de -$103 millones, peor que el flujo neto acumulado del año 2019 (-$64 millones) mostrado en el gráfico.

Por otro lado, en el mismo boletín del BCE se menciona que los «giros al exterior realizados por el sector privado se redujeron… a USD 1.871,6 millones… al menos el 70% de los recursos transferidos hacia el exterior se encuentran fundamentados en operaciones de comercio exterior de bienes y servicios». Sin embargo, si realizamos las operaciones aritméticas con los datos de la Tabla 1 de dicho boletín [archivado] respecto al monto de giros al exterior del sector privado de $1.871,6 millones, el porcentaje no es 70% sino 56%. Esta alteración se debe que la Tabla 1 incluye un subconjunto arbitrario de información.
Esto se corrobora con la información mensual de comercio exterior publicada por el mismo BCE. Una vez restada la importación de combustibles y lubricantes (realizada por el sector público), el total de importaciones privadas en abril fue de $972 millones. Si comparamos este monto con el total de giros al exterior del sector privado, resulta que las divisas que se justificaron por operaciones de comercio exterior fueron apenas el 52% del total de las que salieron en dicho mes. Es decir, $900 millones fueron fuga de capitales en el mes de abril.
En nuestra advertencia publicada el 24 de abril, decíamos que la fuga hasta esa fecha era de $829 millones. Tuvimos razón.
Calculábamos la fuga como la diferencia entre salida de divisas implícitas menos las importaciones implícitas a partir de la información del SRI. Ya con los datos explícitos, tuvimos razón. (El método utilizado, con ligeros ajustes, debería convertirse una alerta temprana a ser utilizada por analistas y encargados de política pública.)
Resulta que sí habían ahorros, sí habían reservas, sí había liquidez. Como lo hemos documentado, esa liquidez no fue utilizada para enfrentar la emergencia sanitaria y la crisis económica, sino que se constituyó en fuga de capitales y destinada al pre-pago de operaciones especulativas de deuda externa.
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