Academia y docencia, Referencia

MMT Blog 2: Los principios de la contabilidad macroeconómica

Esta entrada forma parte de una Introducción a la MMT, cuyo índice se encuentra aquí.

Por L.Randall Wray, traducido y adaptado por Daniel Carrera desde su original en New Economic Perspectives.

En este blog empezaremos a construir las bases necesarias para entender la teoría moderna. Por favor tengan paciencia con nosotros. Quizás aún no sea obvio por qué esto es importante. Pero ustedes posiblemente no sean capaces de entender el debate sobre el presupuesto del gobierno (y criticar la histeria del déficit que ha envuelto a nuestra nación en todo lo ancho del espectro político, de izquierda a derecha) sin entender los principios de la contabilidad en macroeconomía. Así que sea paciente y preste atención por favor. No se necesitará conocimientos de matemática avanzados o de intrincadas reglas contables. Estas son cosas simples y básicas. Es una rama de la lógica. Pero es una lógica extremadamente sencilla.

Una nota de terminología: una tabla sencilla al final de este post definirá algunos términos que serán usados a lo largo de esta Introducción. Quizás desee revisarla primero antes de comenzar a leer el blog.

El activo financiero de uno es el pasivo financiero de otro. Es un principio fundamental de la contabilidad que por cada activo financiero existe un pasivo financiero equivalente que lo compensa. El depósito de cheques es el activo financiero de los hogares, que a su vez es compensado por los pasivos del banco (o IOU). El bono de una corporación o de un gobierno es un activo para un hogar, pero representa un pasivo para el emisor (ya sea el gobierno o la corporación). El hogar también tiene algunos pasivos, incluyendo préstamos estudiantiles, hipotecas o préstamos de automóviles. Estos se registran como activos para el acreedor; que puede ser un banco o cualquier otro tipo de institución financiera, incluyendo fondos de pensiones, fondos de cobertura o compañías de seguros. La riqueza financiera neta de un hogar es igual a la suma de todos sus activos financieros (equivalente a su riqueza financiera), menos la suma de sus pasivos financieros (todos los IOUs denominados en dinero que se emitió). Si esa operación es positiva, se tiene una riqueza financiera neta.

Riqueza interna vs riqueza externa. Usualmente es útil distinguir a los variados sectores en la economía. La distinción más básica es la que existe entre el sector público (que incluye a todos los niveles gubernamentales) y el sector privado (que incluye a las empresas y los hogares). Si observáramos todos los activos y pasivos financieros emitidos por el sector privado, por lógica obtendríamos que la suma de los activos financieros debe equivaler a la suma de los pasivos. En otras palabras, la riqueza financiera neta tendría que ser cero si solo consideramos al sector privado. Esto es comúnmente llamado “riqueza interna” porque es “interna” al sector privado. Si el sector privado requiere acumular riqueza, tiene que hacerlo en forma de “riqueza externa”; es decir, activos financieros desde otro sector. Dada nuestra distinción simple entre el sector público y el sector privado, la riqueza externa toma la forma de IOUs gubernamentales. El sector privado posee como activos financieros netos a la moneda gubernamental (incluyendo monedas y papel moneda); así como, a toda la variedad de bonos públicos (facturas a corto plazo y bonos de maduración de largo plazo).

Una nota sobre activos no-financieros (activos reales). Un activo financiero se ve necesariamente compensado por otro pasivo financiero. En el agregado, la riqueza financiera neta debe ser igual a cero. Sin embargo, los activos reales representan un tipo de riqueza que no se ve compensada por algún pasivo; por tanto, a nivel agregado, la riqueza neta equivale al valor real de los activos (no-financieros). Para esclarecerlo un poco; imagine que usted compra un automóvil por medio de un préstamo. Su pasivo financiero (el préstamo del automóvil) se compensa por el activo financiero que posee la compañía de autos. Dado que ese valor neto es cero, lo que permanece es el valor del activo real- el carro. En la mayoría de discusiones que presentaremos de ahora en adelante, nos concentraremos en los activos y pasivos financieros; pero mantendremos en nuestra mente la noción de que el valor de los activos reales provee riqueza neta a nivel agregado e individual. Una vez que sustraemos todos los pasivos financieros del total de activos (financieros y reales); nos quedamos con los activos no-financieros, activos (reales) o valor agregado neto.

La riqueza financiera neta privada equivale a la deuda pública. Los flujos (de ingresos o gastos) se acumulan en stocks. La acumulación de activos financieros netos del sector privado en el transcurso de un año, es posible únicamente porque sus gatos son menores que sus ingresos en dicho periodo. En otras palabras, a través del ahorro ha podido acumular un stock de riqueza en forma de activos financieros. En nuestro ejemplo simple con solo dos sectores: público y privado; estos activos financieros son pasivos del gobierno- moneda estatal y bonos públicos. En cambio, los IOUs del gobierno pueden acumularse únicamente cuando el gobierno gasta más de lo que recibe a través de ingresos tributarios (impuestos). Lo último es un déficit fiscal, que equivale al monto de lo gastos menos el monto de los ingresos tributarios medidos sobre las transacciones de un periodo específico (usualmente un año). Este déficit se acumula en un stock de deuda pública- equivalente a la acumulación de activos financieros netos del sector privado en el mismo periodo. Una descripción completa del proceso del gasto público y la tributación se proveerá en las semanas y meses venideros. Lo que es importante entender en este punto es que los activos financieros netos que posee el sector privado equivalen exactamente a los pasivos financieros netos emitidos por el gobierno en nuestro ejemplo de dos sectores. Si el gobierno siempre lleva un presupuesto balanceado, con sus gastos siempre equivalentes a sus ingresos tributarios, la riqueza financiera neta del sector privado será cero. Si el gobierno posee continuamente excedentes fiscales (los gastos son menores que los ingresos tributarios), la riqueza financiera neta del sector privado será negativa. En otras palabras, el sector privado estará endeudado con el sector público.

Podemos formular un “dilema” resultante: es imposible, en nuestro modelo con dos sectores, que el sector público y el privado posean excedentes al mismo tiempo. Si el sector público buscara tener excedentes, por identidad el sector privado tendría que caer en déficits. Si el sector público buscara excedentes suficientes para eliminar toda su deuda pendiente, por identidad el sector privado caería en déficits equivalentes; disminuyendo su riqueza financiera neta hasta que llegase a cero.

Las deudas del resto del mundo son activos financieros domésticos. Otra división útil es la de formar tres sectores: un sector privado doméstico, un sector público doméstico y el sector “resto del mundo” al que pertenecen gobiernos, firmas y hogares extranjeros. En este caso, es posible para el sector privado doméstico acumular activos netos del resto del mundo, incluso si el sector público doméstico maneja un presupuesto balanceado, con sus gastos equivalentes a sus ingresos tributarios en el periodo en cuestión. La acumulación neta de activos financieros del sector doméstico es igual a la emisión neta de pasivos financieros del resto del mundo. Finalmente, y de forma más realista, el sector privado doméstico puede acumular riqueza financiera neta de dos maneras: a través de pasivos gubernamentales domésticos; así como, a través de pasivos del resto del mundo. Es posible que el sector privado doméstico acumule deuda gubernamental (añadiéndola a su riqueza financiera neta). En la siguiente sección nos moveremos hacia una discusión detallada de los balances sectoriales.

Principios de contabilidad sectorial, relación entre los conceptos de flujo y stock. Continuemos con nuestra división de la economía en tres sectores: un sector privado doméstico (hogares y empresas), un sector público doméstico (incluyendo gobiernos locales, estatales o provinciales) y un sector extranjero (el resto del mundo, incluyendo hogares, firmas y gobiernos). Cada uno de estos sectores puede ser tratado como si tuviera un flujo de ingreso y un flujo de gasto sobre el periodo en curso, mismo que definiremos como un año. No hay razón para que cualquier sector individual balancee sus flujos de ingresos y gastos cada año; si gasta más de sus ingresos, se denomina déficit presupuestario para año; un presupuesto balanceado indica que el ingreso igualó al gasto del año en cuestión.

Tras la discusión previa, está claro que un excedente presupuestario es lo mismo que un flujo de ahorro, y lleva a una acumulación neta de activos financieros. Por la misma razón, un déficit presupuestario reduce la riqueza neta financiera. El sector que cae en déficit necesariamente tiene que consumir sus activos financieros que había venido acumulando en años previos (cuando tuvo excedentes) o emitir nuevos IOUs para compensar el déficit. En lenguaje común, decimos que “paga” por su déficit de gastos intercambiando sus activos por depósitos bancarios que se pueden gastar (llamados “des-ahorros”), o emite deuda (“pide prestado”) para obtener dichos depósitos bancarios. Una vez acaba sus activos acumulados, no tiene otra elección que incrementar su deuda cada año que tenga un déficit presupuestario. Por otro lado, un sector que obtenga excedente presupuestario estará acumulando activos financieros netos. Este excedente tomará la forma de pasivos financieros para al menos uno de los otros sectores.

Otra nota sobre activos reales. Emerge una pregunta: ¿qué ocurre si se utilizan ahorros (excedente presupuestario) para adquirir activos reales en vez de acumular activos financieros? En ese caso, los activos financieros simplemente se entregan a alguien más. Por ejemplo, si usted gasta menos de lo que gana, usted puede acumular depósitos en su cuenta de cheques. Si usted decide que no ahorrará a través de depósitos de cheques, usted puede emitir un cheque para comprar- digamos- una pintura, un auto antiguo, una colección de sellos, bienes raíces, una máquina, o incluso una firma de negocios. Usted estará convirtiendo un activo financiero en un activo real. Sin embargo, el vendedor ha realizado la transacción opuesta y ahora posee el activo financiero. El punto es que, si el sector privado en general obtiene un excedente presupuestario, alguien estará acumulando activos financieros netos (activos en otro sector); a pesar de que las actividades entre el sector privado pueden cambiar esos activos financieros netos de un “bolsillo” a otro.

Conclusión: El déficit de un sector equivale al excedente de otro. Todo esto nos lleva al importante principio contable de que, si sumamos los déficits de uno u otro sector, esta cifra debe equivaler a los excedentes de otro(s) sector(es). Siguiendo el trabajo pionero de Wynne Godley, podemos establecer este principio en forma de una sencilla identidad:

Balance Privado Doméstico + Balance Gubernamental Doméstico + Balance Extranjero = 0

Por ejemplo, asumamos que el sector extranjero tiene un presupuesto balanceado (en la identidad de arriba, el balance extranjero sería igual a cero). Además, asumamos que el ingreso del sector privado doméstico es de $100 millones, mientras que su gasto es de $90 millones; para un excedente presupuestario total de $10 millones en ese año. Posteriormente, por la identidad, el déficit presupuestario del sector gubernamental en ese año es igual a $10 millones. Por la discusión de más arriba, sabemos que el sector privado doméstico acumulará $10 millones de riqueza financiera neta durante el año, que consiste en $10 millones en pasivos del sector público doméstico.

En otro ejemplo, asuma que el sector extranjero gasta menos de lo que gana, con un excedente presupuestario de $20 millones. Al mismo tiempo, el sector público domestico también gasta menos de lo que gana, con un excedente presupuestario de $10 millones. Por nuestra identidad contable, sabemos que durante el mismo periodo el sector privado doméstico tuvo un déficit presupuestario igual a $30 millones ($20 millones más $10 millones). De la misma manera, sus activos financieros netos habrían caído en $30 millones por la venta de sus activos y la emisión de deuda. Mientras tanto, el sector público doméstico habría incrementado su riqueza financiera neta en $10 millones (reduciendo su deuda previa o aumentando sus activos en otros sectores), y el sector extranjero habría incrementado su posición financiera neta en $20 millones (igualmente, reduciendo su deuda previa o aumentando sus activos en los otros sectores).

Es notable que, si un sector va a tener un excedente presupuestario, al menos uno de los otros sectores tiene que poseer un déficit presupuestario. En términos de variables de stock, si un sector requiere acumular riqueza financiera neta, al menos uno de los otros sectores tiene que incrementar su endeudamiento en la misma cantidad. Es imposible que todos los sectores acumulen riqueza financiera neta por medio de excedentes presupuestarios al mismo tiempo. Podemos formular otro “dilema”: si uno de los tres sectores tendrá un excedente, al menos uno de los otros dos tendrá, necesariamente, un déficit.

No importa que tan duro lo intentemos, no es posible que todos tengan excedentes al mismo tiempo. Es como la historia de los niños del Lago Wobegone que están supuestamente sobre el promedio. Para cada niño sobre el promedio, necesariamente tiene que haber uno debajo del promedio. Asimismo, para cada déficit, necesariamente tiene que haber un excedente.

Notas sobre los términos. A lo largo de esta introducción, adoptaremos las siguientes definiciones y convenciones:

La palabra “dinero” se referirá a la representación general de una unidad contable.No usaremos la palabra para referirnos a alguna “cosa” específica-i.e. una moneda o una nota de un banco central.

Dichas “cosas” monetarias serán identificadas específicamente: una moneda, una nota bancaria, un depósito. Algunas de estas pueden ser tangibles (notas de papel), y otras pueden ser entradas electrónicas de hojas de balance (depósitos, reservas bancarias). Por tanto, “cosas bancarias” es simplemente una abreviación de “IOUs denominados en dinero”.

Una moneda nacional específica será designada con una letra mayúscula: Dólar Estadounidense, Yen Japonés, Yuan Chino, Libra Esterlina, Euro.

La palabra moneda se usará para indicar monedas, notas y reservas emitidas por el gobierno (ya sea por el banco central o por el tesoro). Cuando designamos a un tesoro específico o a sus bonos, la palabra se colocará en mayúsculas: Tesoro de Estados Unidos; Tesoros de Estados Unidos.

Los activos financieros netos equivalen al total de activos financieros, menos el total de pasivos financieros. Esto no es lo mismo que la riqueza neta, porque en este caso se ignoran los activos reales.

Un IOU (I owe you / Te debo) es una deuda financiera, pasivo u obligación a pagar, denominada en dinero contable. Es un activo financiero del poseedor. Puede existir evidencia física del IOU (por ejemplo, escrito en papel o estampado en una moneda), o puede ser registrado electrónicamente (por ejemplo, en la hoja de balance de un banco).

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