Esta entrada forma parte de una Introducción a la MMT, cuyo índice se encuentra aquí.
Por L. Randall Wray, traducido y adaptado por Daniel Carrera, de su original en New Economic Perspectives
La semana pasada elevamos la siguiente pregunta: Si la moneda no puede intercambiarse por un metal precioso, si las leyes de curso legal no son necesarias ni suficientes para asegurar la aceptación de una moneda, y si la “promesa de pagar” del gobierno realmente no significa nada más que intercambiar una nota de 5 dólares por otra, entonces, ¿Porqué alguien aceptaría una moneda gubernamental? Esta semana exploraremos la respuesta desde la MMT.
Los impuestos impulsan el dinero. Uno de los poderes más importantes que reclaman los gobiernos soberanos, es la autoridad para recaudar impuestos (y otros pagos que se realizan al gobierno incluyendo multas y tarifas). Las obligaciones tributarias se recaudan en la moneda nacional – dólares en EEUU, Canadá y Australia, yen en Japón, yuan en China y pesos en México. Además, el gobierno soberano también determina lo que puede ser entregado para satisfacer la obligación tributaria. En todas las naciones modernas, el pago de impuestos se acepta con la moneda propia del gobierno.
En blogs venideros, examinaremos en más detalle exactamente como se realizan los pagos al gobierno. Si bien parece que los contribuyentes en su mayoría utilizan cheques girados de bancos privados para realizar sus pagos tributarios, de hecho, cuando el gobierno recibe estos cheques, debita las reservas de los bancos privados. Efectivamente, los bancos privados son los intermediarios entre los contribuyentes y el gobierno, colocando los pagos en moneda (técnicamente, las reservas, que son las IOU del banco central de la nación) a nombre de los contribuyentes. Una vez que los bancos han realizado estos pagos, el contribuyente ha cumplido con su obligación, por lo que se elimina el pasivo tributario.
Ahora, ya somos capaces de responder a la pregunta planteada con anterioridad: ¿porqué alguien aceptaría la moneda “fiduciaria” del gobierno? La respuesta es: porque la moneda del gobierno es la cosa más importante (y usualmente la única), que el gobierno acepta como contribución tributaria. Para evitar las multas por no-pago de impuestos (que incluyen prisión), el contribuyente necesita poseer la moneda del gobierno.
Por supuesto, es cierto que la moneda gubernamental puede ser usada para otros propósitos: las monedas pueden usarse para realizar compras en máquinas expendedoras; las deudas privadas pueden establecerse a través de papel moneda gubernamental; y el dinero del gobierno puede atesorarse en alcancías para financiar gastos futuros. Sin embargo, todos estos usos alternativos son subsidiarios, y se derivan de la voluntad del gobierno de aceptar su propia moneda como contribuciones tributarias.
Debido a que nadie puede utilizar otra moneda que no sea la gubernamental para pagar obligaciones tributarias, dicha moneda es demandada; y, por tanto, puede ser usada para realizar compras o pagos de obligaciones privadas. El gobierno no puede forzar a otros para que usen su moneda para transacciones privadas, o que la acumulen en alcancías, pero sí puede forzar el uso de su moneda para recaudar las obligaciones tributarias que impone.
Por esta razón, ni las reservas de metales preciosos (o monedas extranjeras), ni las leyes de curso legal, son necesarias para asegurar la aceptación de la moneda gubernamental. Todo lo que se requiere, es la imposición de obligaciones tributarias que deban ser pagadas en la moneda del gobierno.
¿Qué promete el gobierno? ¿Qué te debe un IOU gubernamental? La “promesa de pago” que está grabada en la libra esterlina, es superflua y bastante engañosa en realidad. De hecho, en las notas debería leerse “prometo aceptar esta nota como pago de impuestos”. Bien sabemos que el Tesoro del Reino Unido realmente no pagará nada (distinto a otra nota), cuando se presente un papel moneda de cinco libras. Sin embargo, está obligado a aceptar la nota como pago de impuestos. Si se reúsa a aceptar sus propios IOUs como pago, estaría incumpliendo con dicho IOU. ¿Qué fue lo que dijo el presidente Bush?
“Hay un viejo refrán en Tennesse – sé que es en Tejas, probablemente en Tennesse- que dice, engáñame una vez, es tu… – debería ser tu culpa. Engáñame – no podrás ser engañado otra vez”.
Perdónelo, probablemente escuchó demasiado a Roger Daltry en sus días de fiesta. Se refería a que el soberano puede engañarme una vez- culpa del gobierno – pero no puede engañarme de nuevo. (Eso, amigos, fue lo que llevó a la creación del ¡Banco de Inglaterra! Una historia para otra ocasión).
Así es realmente como la moneda gubernamental se redime – no por oro, sino en pagos realizados al gobierno. Analizaremos la contabilidad de los pagos tributarios después. Por ahora, es suficiente para nuestros propósitos entender que las obligaciones tributarias hacia el gobierno, se cumplen presentando los propios IOUs gubernamentales al recaudador de impuestos.
Conclusión. Podemos concluir que los impuestos impulsan el dinero. En primer lugar, el gobierno crea una moneda (el dólar, el tenge), y luego impone obligaciones tributarias en dicha moneda. En todas las naciones modernas, esto es suficiente para asegurar que muchas (de hecho, la mayoría) deudas, activos y precios, también se denominen en la moneda nacional.
(Note la asimetría que se le abre a un soberano: él impone una obligación sobre usted, tal que usted aceptará sus IOUs. Es un truco interesante -y usted puede hacerlo también, si es que es el rey de su pequeño castillo).
El gobierno, por tanto, tiene la capacidad de emitir dinero que también se denomina en la misma moneda, siempre y cuando sea aceptada como pago de impuestos. No es necesario “respaldar” la moneda con metales preciosos, ni tampoco generar leyes de curso legal que requieren la aceptación de la moneda nacional. Por ejemplo, en lugar de grabar la frase “Esta nota es de curso legal para todas las deudas, públicas y privadas”, todo lo que un gobierno soberano debe hacer es prometer “Esta nota se aceptará en el pago de impuestos”, con el fin de asegurar una aceptación general doméstica, pero también extranjera.
Ok, necesitamos culminar. Presentamos dos preguntas importantes para reflexionar:
- ¿Esto solo funciona para impuestos? ¿Podría funcionar con otros pagos de obligaciones? ¿Cómo cuáles?
- ¿Qué ocurre si usted, personalmente, no debe impuestos? ¿Por qué aceptaría la moneda del gobierno?
En la actualidad tanto las autoridades financieras como todos los ecuatorianos estamos empeñados en q la Dolarización se fortalezca para no tener q regresar a la impresión de dinero Inorgánico a gusto del Gobierno de Turno y q la INFLACIÓN se dispare a niveles de Venezuela y q la pobreza y el hambre destruyan la sociedad y se incremente la delincuencia tal como ha pasado con la CORRUPCIÓN Pública y Privada.
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