Una de las medidas de política económica tradicionalmente exigida por el FMI a las economías que solicitan acceso a sus programas de financiamiento condicionado (Stand- by, SAF), ha sido la eliminación de los subsidios a los precios de los combustibles y de la energía que “distorsionan” e impiden que la “mano invisible” haga su trabajo, pues la mano del Estado es distorsionadora e ineficiente. Analistas económicos anclados dogmáticamente a la teoría neoclásica de los equilibrios de los mercados han dicho que son cargas pesadas por donde se desangran recursos públicos que ahora mismo el Estado no tiene y que bien podrían servir para otros fines sociales, sin perder de vista que también hay que “optimizar” el gasto social, haciendo que se oriente a quienes realmente lo necesitan, estos son los más pobres, los miserables, quienes se ubicarían en los últimos deciles de menores ingresos. En la jerga técnica ampliamente difundida y aplicada a lo largo y ancho del mundo se conoce como la consolidación fiscal del FMI.
Algunos antecedentes del Acuerdo SAF con el FMI.-
El entonces candidato Noboa se decía estadista y, al parecer, sabía que no se puede subir los precios de los combustibles ya que impactaría en cadena a los precios de bienes y servicios (incluyendo sus derivados directos), y a su vez encarecería el costo de vida de las mayorías empobrecidas. Al parecer su discurso caló en el elector desesperado por salir de la debacle económica y de la ruina fiscal en la que dejó Lasso.
Pero el Nuevo Ecuador de ese mismo Noboa, una vez que ganó las elecciones, dejó inmediatamente atrás aquellos ofrecimientos de campaña y retoma abiertamente la agenda del statu quo del viejo país al que se debe y para el que gobierna el Presidente, ese mismo que ha visto en el FMI un aliado necesario a sus intereses y que por ello más les conviene tenerlo cerca.
Noboa, con el apoyo de las distintas fuerzas políticas y en nombre de darle “gobernabilidad” al país incluye en sus leyes medidas previas de política económica que el FMI entiende como señales positivas antes de formalizar el Acuerdo de Facilidad Ampliada (SAF 2024): Incremento de la tasa del IVA del 12% al 15%, restricción del gasto fiscal al no ejecutar el presupuesto “asignado”, hacer exoneraciones puntuales del ISD, permitir que la banca pueda hacer operaciones en fondos de inversión especulativos, “incentivos” a la inversión extranjera bajo la cual se registran las empresas del Grupo Noboa, cumplir con el servicio de la deuda sin importar la abultada y postergada deuda interna con tal de bajar el riesgo país y abrir la llave para incrementar deuda externa, entre otras.
Otro punto no menor es la afirmación que hizo el Directorio del FMI para viabililizar la liberalización de precios de las gasolinas extra y ecopaís establecida en el Acuerdo SAF 2024, se encuentra en la evaluación ex post del SAF 2020 de Moreno cuando se desprende que la liberalización sea gradual y en lo posible consensuada para lo cual se debería aplicar una estrategia política y de comunicación, haciendo ver las compensaciones que se aplicarían para proteger a “los más pobres”. El FMI tiene claro que el SAF 2024 se podría caer si la movilización social de organizaciones como la CONAIE rechaza la medida, tal como en su momento le pasó a Moreno y a Lasso, quienes para no caerse, debieron renunciar a la liberalización de precios de las gasolinas, similar situación le pasó a Mahuad, Noboa Bejarano y Gutiérrez. En palabras de quien preside el Fondo, la osadía de Noboa se pone nuevamente a prueba cuando se elimine el subsidio al segmento de las gasolinas extra y ecopaís.
Finalmente, el Ministro de Economía en contra de toda lógica económica de aquella máxima de «sembrar el petróleo» que fue puesta en marcha por la dictadura nacionalista a inicios de los 70s pero descuidada por los gobiernos democráticos que acudieron a los programas de financiamiento del FMI durante los 80s y 90s, afirma que a esta altura es más eficiente importar combustibles, borrando la historia y el esfuerzo que ha hecho el país por cubrir el 40% de su demanda interna.
Algunos datos:
Los datos mostrados a continuación nos empujarían para que aceptemos la narrativa de que el subsidio a los combustibles es insultante e inviable en la situación de déficit fiscal a la que deliberadamente llevaron al país. El FMI en su objetividad arropado de técnica, defiende que a raíz del Acuerdo SAF 2020 el balance fiscal mostró cierta sostenibilidad y como efecto negativo resalta la expansión significativa del gasto fiscal de 2023, cuando Lasso sabía que se iba sin pena ni gloria a su casa, antes de lo cual tenía bajos porcentajes de ejecución presupuestaria en todas las partidas. Y claro se evidencia el impacto de choques externos como la subida de las tasas de interés internacionales y la caída de los precios del petróleo. El FMI no asume su corresponsabilidad, la autocrítica de su consolidación fiscal no cabe y menos que le diga el país que ahora mismo es uno de los más endeudados.

Fuente: BCE. Elaboración: Autor
El precio del barril de crudo WTI, referencia del crudo ecuatoriano, ha sido históricamente volátil y por tanto su gestión para utilizarlo como instrumento anticíclico se torna indispensable. Más allá del precio promedio de cada administración gubernamental, cabe resaltar las tendencias: Lasso se benefició de un alto precio del petróleo, aún considerando la caída en 2023, el promedio llega a US $ 80. Pese a que el precio experimentó una ligera disminución con Noboa se mantiene sobre los US $70. Moreno tuvo un precio promedio sobre los US $50, incluyendo la paralización de la crisis sanitaria. Correa en su segunda administración experimentó el precio más bajo, ubicándose en menos de US $40, debiendo afrontar el terremoto de 2016 que obligó a solicitar al FMI un instrumento de financiamiento rápido (IFR), sin condicionamiento, que ascendió a US $364 millones.
Si estos precios se contrastan con la producción de crudo en términos de barriles, los resultados identifican una caída gradual sostenida a partir de 2017, tanto de la producción de petróleo como de refinados de petróleo y específicamente menos barriles de petróleo para refinar gasolina extra. En los años en dónde se dan caídas de precio del crudo cae también la producción de combustibles. Lo que se refina en 2023 es menor a lo que se refinaba en 2012.

Fuente: Banco Central. Elaboración: Autor

Fuente: Banco Central. Elaboración: Autor
Esta tendencia decreciente continua con el Gob. del Nuevo Ecuador en donde los tres complejos de refinamiento de combustibles muestran menor producción de combustibles al comparar la variación entre 2023 y 2024, correspondiente a los meses de enero, febrero, marzo y abril.

Imágen sacada de informe mensual Petroecuador.

Imágen sacada de informe mensual Petroecuador.
A grandes líneas y al calor de hilar más fino en los datos, en términos reales hay una caída de la producción que si hay desincentivos para exportar crudo cuando se desploman los precios internacionales, resulta fundamental incrementar las capacidades de refinación al tener una demanda interna permanente de combustibles, a fin de evitar mayor salida de dólares de la economía. Entre las razones gravitantes se incluye la falta de inversión en el sector petrolero que permita incrementar la producción soberana de combustibles.
El FMI y su exigencia de liberalizar los precios de los combustibles
Cabe señalar que las capacidades de producción de crudo y refinamiento se genera cuando el FMI ha tenido menor incidencia o cuando no estuvo presente con sus tradicionales programas de financiamiento condicionados (2008-2016) En los últimos acuerdos SAF suscrito y llevado a cabo por Moreno y Lasso, el FMI pone énfasis en la liberalización de los precios de las gasolinas extra y ecopaís a niveles internacionales que de pasar, haciendo todo el esfuerzo como dicen las autoridades económicas en el carta de intención, se extenderá al diésel y al GLP. El FMI pone énfasis en el saldo primario no petrolero e incluye el incremento de precios de las gasolinas hasta llegar a niveles internacionales, evitando el gasto por concepto de lo que según su contabilidad llama subsidio. El Fondo hace énfasis en el un lado del balance del gasto pero no se enfoca en cómo se podría ahorrar recursos sustituyendo producción nacional por importación, lo que es contradictorio con la función fundamental de que sus créditos ayudan a estabilizar la balanza de pagos. La salida creciente de dólares por importación de combustibles amenaza la sostenibilidad del propio sector externo. El enfoque del FMI tradicionalmente está centrado en la focalizar lo que llama subsidio únicamente para los más pobres sin detenerse en las mayorías empobrecidas y en la profundización recesiva a la que llevan sus ajustes estructurales.
Según el gobierno el subsidio a las gasolinas extra y ecopaís rebasaría los 600 millones (de un total de US $ 3.200 millones si se incluyen a otros combustibles, equivalente al 2,7% del PIB), no obstante, tal como sostiene la Asociación Nacional de Trabajadores de las Empresas de la Energía y el Petróleo (ANTEP), hay una manipulación en la contabilidad de los subsidios ya que se omite el costo de producción del barril de petróleo que abastecen a las refinerías. La contabilidad del FMI se ve denunciada por el balance de ingresos y gastos que presenta ANTEP y por tanto ni de lejos se llega a las cifras que sostiene el FMI y el Gob.
La gestión de la macroeconomía implica ir más allá de la encasillada consolidación fiscal del FMI y dar alternativas menos costosas que si ello implica renunciar al programa de financiamiento del FMI para priorizar los mecanismos de liquidez interna y la inversión nacional que amplié las capacidades de refinación para suplir el 60% de importación para abastecer la demanda interna que en términos de flujos ayudarían a evitar la salida de dólares en el futuro, cuando por servicio de deuda tengamos que pagar ingentes recursos, incluido el servicio de la deuda de los US $1.000 millones del SAF 2024 que ya fueron depositados en el Banco Central. Es urgente generar mayores grados de libertad a la política fiscal y no restringirla, pero desde el lado real, evitemos el mal mayor como el encarecimiento del nivel de vida mediante el incremento en cascada de los precios que generaría la elevación de los precios de las gasolinas extra y ecopaís.
