FMI, Inflación y precios relativos, Leyes y regulación

El IVA en la economía popular

Los orígenes de esta medida

Lo primero que hay que mencionar es que caímos. Y digo caímos porque, aunque hubimos quienes mencionábamos lo inconveniente de esta medida, finalmente la sociedad en su conjunto es la que ha permitido que se tomase. Y como si de un síndrome de Estocolmo doméstico se tratase, algunos hasta están justificando la medida porque “no había otra alternativa” o porque era “la mejor alternativa posible”. En realidad nunca se discutieron otras alternativas, nunca se hizo un análisis serio y sosegado de las implicaciones que esto tendría en los hogares, particularmente en una economía que aún no puede considerarse recuperada, ni siquiera de la pandemia, no se diga de otros males que se nos han venido acumulando.

Entonces, nos dijeron que se necesitaba gastar en seguridad para afrontar nuestros problemas de delincuencia y de criminalidad, y, después de un sosegado análisis, encontraron que la mejor y más fácil forma era el aumento del IVA. En realidad, no hubo ningún análisis sosegado ni nada parecido, lo que existe es un dogma que Williamson identificó en 1989 y que ahora conocemos como Consenso de Washington, que es que se prefieren impuestos regresivos a impuestos progresivos, es decir impuestos que le afecten menos a las clases pudientes. Este dogma se materializó en una condición del FMI para continuar con los desembolsos en diciembre de 2020, lo curioso es que, para justificar esa condición, el equipo del FMI asegura que el aumento en el IVA afectaría mayoritariamente a las familias de ingresos más altos, reduciría la desigualdad y daría la posibilidad de mejorar la progresividad en el sistema tributario. Lo curioso es que, para demostrar eso, recurren a un informe que me ha resultado imposible de encontrar, de seguro no está publicado en internet, pero sí puede estar en algún cajón de algún funcionario multilateral.

Extracto del First Review Under the Extended Arrangement Under the Extended Fund Facility and Request for Modification of Quantitative Performance Criteria-Press Release; Staff Report; and Statement by the Executive Director for Ecuador, FMI

Los efectos

Ahora bien, se nos dijo que este aumento no afectaría a la mayoría de los bienes de la canasta familiar. En realidad los afecta de varias maneras:

  1. Algunos bienes de la canasta básica sí que gravan IVA 15%, como es el caso de los arriendos comerciales, el internet, los electrodomésticos, muchos servicios que consumen los hogares como almuerzos, cortes de cabello o manicuras.
  2. Los encadenamientos y los costos, porque si bien hay servicios como la salud y la educación que no gravan IVA, estos necesitan insumos, y esos insumos sí gravan IVA (como el papel o algunos dispositivos), y ese IVA, no lo pueden recuperar a través de crédito tributario, así que lo incorporan a sus costos y, a su vez, a sus precios.
  3. El consumo es más importante para los hogares más pobres que para los más pudientes. Los hogares más pobres suelen consumir más que sus ingresos, les toca, para sobrevivir; y, entonces, un impuesto que grava el consumo, es como si les gravase directamente sus ingresos. Por otro lado, en las familias pudientes, su consumo es sólo una proporción del ingreso, llegando a alrededor del 80% – 85%. Eso significa que un impuesto sobre el consumo apenas afecta esa proporción de su ingreso.
  4. A través de la especulación. Y esto tiene que ver con el punto anterior. En particular, porque los productos que más consumen los pobres, los productos básicos, son más inelásticos, es decir, cuando aumenta su precio no disminuye mucho su demanda; se puede aumentar el precio del arroz, pero procuraremos mantener nuestro consumo de arroz, porque es bastante difícil de sustituir en la dieta ecuatoriana. En cambio, los bienes que son más bien consumidos por los pudientes, suelen ser más elásticos, y un aumento en su precio podría traer un descenso sensible en su demanda, así que no hay muchos incentivos para especular. Este fenómeno también es similar al del redondeo: aunque el IVA sólo ha aumentado un 3%, es muy probable que algunos productos o servicios aumenten en mayor proporción para alcanzar números redondos. Ponga por ejemplo un almuerzo de USD 3; un aumento de 3% debería significa que el almuerzo se venda en USD 3,09; pero lo más probable es que el vendedor se decida por asumir los mayores costos y dejar el almuerzo a USD 3 ó subirlo a USD 3,25; si opta por lo segundo, sería un aumento de más del 8%.
Relación entre gasto e ingreso. Fuente: INEC, ENIGHUR (2012)

¿Qué hacer?

Y no hay mucho que un ciudadano de a pie pueda hacer para escapar de esto. Pero sí que hay quienes se benefician. En el mes de febrero, el economista Albornoz decía en un programa periódico que tiene en un canal de televisión abierta, de difusión nacional, que el riesgo país había bajado, y que eso demostraba la buena decisión que había sido el aumento del IVA al 15% porque nuestros acreedores internacionales percibían que se les iba a poder pagar. Hay quienes se benefician de que todos paguemos. Y no es el único gran medio corporativo que habla de esa relación entre el IVA y el riesgo país en términos similares (por ejemplo: aquí o aquí).

Y otro medios nos hablarán del “precio que tenemos que pagar por la seguridad”, “del valor de nuestro sacrificio”, y también nos hablarán de lo necesaria que es la contratación por horas “para darle un respiro a las empresas”, de lo necesarios que son los arbitrajes para atraer inversión extranjera, o hasta nos dirán que “no gravemos a las ganancias del sector financiero porque eso reducirá el crédito”. ¿Cuál crédito? ¿El crédito que tendremos que pagar para poder seguir consumiendo porque los salarios no alcanzan? ¿Y por el cual después deberemos pagar intereses prohibitivos que engordarán esas mismas ganancias que no quieren que sean gravadas?

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Ante esto, hay que recordar que siempre existieron alternativas. Que los responsables de esta situación de inseguridad no son los que más están tributando con el IVA. Para que exista violencia, debe haber financiamiento, y ese financiamiento debe circular por algún lado, y para ello debe contar con cómplices también. A ellos no se les está tocando. Los responsables del narcotráfico movilizan sus capitales hacia el exterior, frente a entidades de control que no cuentan con presupuesto y cuyo accionar es dependiente de lo que le reporten.

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