El 02 de septiembre de 2025, Ecuador y Corea del Sur firmaron un acuerdo comercial. El gobierno, y los economistas ortodoxos de la época Lasso, inmediatamente salieron a festejar el anuncio de este acuerdo. Si bien tiene el potencial de expandir lo que actualmente se exporta, no impulsa la exportación de nuevos productos con mayor complejidad económica y externalidades positivas. Paradójicamente, este acuerdo va en contra de la propia experiencia de desarrollo de Corea del Sur y actúa como un mecanismo que mantiene al país atrapado en la trampa de los ingresos medios al impedir la expansión de sectores más intensivos en innovación y acumulación de capital humano. En ese sentido, este artículo presenta un breve contexto de la relación comercial con el país asiático y luego analiza sus implicancias para el desarrollo de largo plazo, realizando una comparación con la experiencia de Corea del Sur.
Contexto de la relación comercial Ecuador-Corea del Sur
En primer lugar, veamos cómo está la relación comercial entre los dos países. En 2024, Ecuador exportó USD 142,7 millones a Corea del Sur e importó bienes por un valor de USD 751,2 millones. Como resultado, en 2024 Ecuador tuvo un déficit comercial con el país asiático de USD 608,5 millones. Este resultado deficitario no es exclusivo del 2024, sino de los últimos años como se ve en la Figura 1.
Figura 1. Balanza comercial con Corea del Sur
2018-2024, Millones de USD

Fuente: BCE. Elaboración: Propia.
Al analizar la intensidad tecnológica, en 2024 el 99,1% de las exportaciones a Corea del Sur estuvieron concentradas en bienes primarios y manufacturas basadas en recursos naturales (Figura 2). Los cuatro productos principales exportados fueron 1) banano, 2) camarones, 3) otros productos mineros, y 4) desperdicios de metales (chatarra). Estos cuatro productos tienen un valor promedio del índice de complejidad de producto de -1.32, lo que significa que se requieren pocas habilidades y conocimientos para elaborar dichos bienes. Esto es muy importante, pues la teoría y evidencia empírica indican que un país alcanza un nivel de PIB per cápita que es compatible con su nivel de conocimiento productivo, representado por la complejidad de los productos que exporta (Hausmann et al., 2014).
Figura 2. Participación de las exportaciones a Corea del Sur por intensidad tecnológica
2018-2024, Porcentaje

Fuente: BCE. Elaboración: Propia.
Con respecto a los aranceles que enfrentan los productos ecuatorianos en el país asiático, es importante destacar que este país tiene un historial de imponer aranceles altos a los productos agrícolas extranjeros. Por ejemplo, según datos de la Organización Mundial del Comercio, el arancel promedio de Nación Más Favorecida (MFN) de Corea del Sur para productos agrícolas es de 57%, solo por detrás de Egipto que tiene un arancel promedio de 65% (Figura 3). Específicamente, el arancel promedio MFN que enfrentan las frutas, vegetales y plantas es de 58,9%. Por otra parte, los productos de origen animal tienen un arancel promedio de 21,5% y los productos de pescado de 16,7%.
Figura 3. Promedio arancel aplicado a productos agrícolas
Porcentaje

Nota: El arancel corresponde al promedio simple de la tarifa Nación Más Favorecida y al valor del último año para el que se dispone información de cada país.
Fuente: Organización Mundial del Comercio. Elaboración: Propia.
Ecuador enfrenta actualmente aranceles altos en dos de sus principales productos: banano y camarón, con aranceles del 30% y 20%, respectivamente. A pesar de ello, su participación en el mercado coreano es superior a la de otros competidores que enfrentan un arancel menor o del 0% como Perú y otros países asiáticos. Por tal motivo, es de esperarse que el acuerdo comercial aumente las exportaciones de estos dos productos. Por otra parte, los aranceles aplicados a otros de los principales productos exportados (productos mineros y desperdicios de metales) son del 0%; sin embargo, algunos productos agrícolas cuya participación en el total exportado es baja, enfrentan aranceles superiores al 20%.
Figura 4. Arancel aplicado a los principales productos ecuatorianos exportados a Corea del Sur y participación en el mercado coreano vs. principales competidores
Porcentaje

Nota: El arancel corresponde al valor aplicado con corte a septiembre de 2025. La participación corresponde a valores exportados del año 2023 reportados por el Atlas of Economic Complexity según el código a seis dígitos de la HS 2012.
Fuente: ITC Market Access Map y Atlas of Economic Complexity. Elaboración: Propia.
Figura 5. Arancel aplicado a otros productos ecuatorianos exportados a Corea del Sur
Porcentaje

Nota: El arancel corresponde al valor aplicado con corte a septiembre de 2025.
Fuente: ITC Market Access Map. Elaboración: Propia.
Por el lado de las importaciones, sorpresivamente el principal producto que Ecuador importa desde Corea del Sur es ¡petróleo refinado! En lugar de que el país fortalezca su capacidad de exportar derivados y añadir valor a su producción petrolera, se firma un acuerdo comercial que genera incentivos para profundizar una estructura exportadora que no añade ningún valor o procesamiento adicional. Otras importaciones principales que llegan desde el país asiático son bienes de alta complejidad económica como partes para usos con generadores eléctricos, nafta disolvente, polipropileno, sueros hidratantes para uso cosmético, vacunas, y vehículos.
Con respecto a los aranceles que aplica Ecuador a los principales productos coreanos importados, la mayoría tiene aranceles bajos o iguales a 0%, por tratarse de bienes de capital y otras manufacturas utilizadas en los procesos productivos.
Figura 6. Arancel aplicado por Ecuador a los principales productos importados desde Corea del Sur
Porcentaje

Nota: El arancel corresponde al valor aplicado con corte a septiembre de 2025.
Fuente: ITC Market Access Map. Elaboración: Propia.
Implicancia en el desarrollo del país y comparación con la experiencia de Corea del Sur
Desde un punto de vista muy pragmático, el acuerdo tiene el potencial de expandir la participación de mercado del banano y camarón, así como impulsar las exportaciones de otros productos agrícolas que actualmente tienen aranceles por encima del 20%. Este tratado comercial nivelará la cancha (en temas arancelarios) con los principales competidores en donde el impacto en el mediano plazo dependerá de las elasticidades (qué tanto cambia la demanda frente a un cambio en el precio) y qué tanto sustituyen los consumidores coreanos los productos de otros países por el ecuatoriano. Por el lado de las importaciones, su potencial beneficio para el crecimiento de corto plazo del país es limitado puesto que gran parte de los principales productos importados desde Corea del Sur ya tienen aranceles bajos, por lo que el beneficio marginal de la reducción arancelaria es menor.
Sin embargo, este acuerdo comercial, al igual que el firmado con China, profundiza el incentivo de corto plazo de promover las actividades económicas que hoy son rentables, a costa de sacrificar el crecimiento de nuevas industrias que son mejores en el largo plazo. Además, se continúa acentuando la concentración de la canasta exportadora en el sector agrícola cuando toda estrategia de desarrollo exitosa supone aumentar la sofisticación de los productos exportados, movilizando trabajo y capital desde industrias de baja productividad (agricultura) a industrias de alta productividad (manufactura). De hecho, un estudio reciente del Banco Mundial señala que todos los países que pasaron de tener un PIB per cápita menor a USD 13.000 a más de USD 31.000 lo hicieron a través de un aumento en la complejidad de sus exportaciones. Desafortunadamente, los acuerdos comerciales que Ecuador ha venido firmando coinciden con un deterioro en el valor del índice de complejidad económica.
Es difícil pensar dónde estaría Corea del Sur actualmente si es que hubiese continuado exportando los mismos productos en los que tenía ventaja comparativa en los años sesenta como textiles y otras manufacturas ligeras. Cuando el gobierno coreano solicitó un crédito para expandir la industria pesada en los años setenta, el Banco Mundial se negó a darlo argumentando que “no tenía sentido hacerlo dado que Corea no tenía ventaja comparativa en dicha industria” (Lane, 2025). Afortunadamente, el país asiático se fue en contra de la recomendación del Banco Mundial y de sus ventajas comparativas naturales y en las siguientes décadas fue diversificando y complejizando sus exportaciones. De hecho, los principales productos exportados fueron variando constantemente como se ve en la Figura 7, pasando de materias primas y manufacturas intensivas en mano de obra en la década de los sesenta y setenta a manufacturas pesadas de alta complejidad en los años 2000.
Figura 7. Principales productos exportados por Corea del Sur por década

Fuente y elaboración: CEPAL (2012).
Este es el dilema con la firma del acuerdo comercial actual pues profundiza la especialización en sectores con pocos encadenamientos, baja productividad, y limitado espacio para innovar y realizar investigación + desarrollo. A diferencia de Ecuador, Corea del Sur rechazó su ventaja comparativa natural y se enfocó en construir industrias manufactureras antes de embarcarse en un proceso de apertura comercial absoluta. Su arancel promedio ponderado estuvo, en promedio, por encima del 20% durante la época de alta crecimiento (1970-1990), llegando a niveles menores al 10% a finales de los noventa (Shin y Lee, 2012). De hecho, Corea del Sur firmó su primer Tratado de Libre Comercio (TLC) con Chile en 2004 cuando tenía un PIB per cápita de USD 16.200, y no firmó un TLC con Estados Unidos hasta 2012 cuando tenía un PIB per cápita de USD 25.650. Por el contrario, Ecuador está firmando estos acuerdos comerciales con un PIB per cápita (USD 6.430) bien por debajo de aquel de un país de ingreso alto.
Incluso, a pesar de que Ecuador no tenía un acuerdo comercial con Corea en la década pasada, las diferencias en PIB per cápita con países vecinos que sí tenían (Colombia y Perú) no es significativa. Los tres países continúan siendo clasificados como naciones de ingreso medio alto en donde Colombia y Perú tienen un PIB per cápita solo USD 610 y USD 1.060 más alto que Ecuador. Nuevamente, la firma de acuerdos comerciales que expanden las exportaciones de baja complejidad únicamente generan ganancias estáticas que permiten converger a un nivel de PIB per cápita entre USD 4.496-13.935 (umbral de país de ingreso medio alto). Incluso, Chile con su gran cantidad de acuerdos comerciales, apenas rompe el umbral de país de ingreso alto (USD 13.935) con un PIB per cápita de USD 15.750. Esto es muy diferente a la realidad de Corea del Sur, cuya estructura productiva y patrón de comercio internacional le permite alcanzar un nivel de PIB per cápita extremadamente alto, USD 35.490. Por tales motivos, la evidencia empírica señala que una reducción arancelaria de 3,65 puntos porcentuales en países no manufactureros (Ecuador) genera una caída de más del 3% en el PIB per cápita luego de 15 años (pérdidas dinámicas), mientras que lo opuesto sucede en países manufactureros (Corea del Sur) (Hoyos, 2025).
Figura 8. Clasificación de países seleccionados por nivel de ingreso

Nota: El primer cuadrante es ingreso bajo, el segundo cuadrante ingreso medio-bajo, el tercer cuadrante ingreso medio-alto, y el cuarto cuadrante ingreso alto. El eje x representa el PIB per cápita. y las líneas verticales entre cortadas señalan el umbral de PIB per cápita para pasar de una clasificación a otra. La clasificación corresponde a la que será utilizada para el año fiscal 2026.
Fuente y elaboración: Banco Mundial.
Conclusión
A pesar de que el acuerdo con Corea del Sur puede aumentar, hasta cierto punto, las exportaciones de Ecuador, estas continuarán concentrándose en los mismos productos de siempre: banano y camarón. El potencial del acuerdo para incrementar el PIB per cápita y converger con el nivel de ingreso de las economías avanzadas es limitado puesto que la estructura comercial de Ecuador no promueve la mejora de elementos claves para el desarrollo como la innovación, diversificación y complejidad.
Nuestro país está aplicando una estrategia diferente a lo que hizo Corea del Sur y se están expandiendo sectores de baja productividad, dejando de lado cualquier idea de construir nuevas industrias que ofrezcan salarios más altos y generen sostenidamente ingreso de dólares. Lo más triste es la falta de visión y ambición de las autoridades actuales que se alegran con seguir exportando más de lo mismo y no ven más allá de sus narices (ya sea por ineptitud o malicia por los intereses bananeros de la familia Noboa). Ecuador no aprende de la experiencia de sus países vecinos que, a pesar de tener varios acuerdos comerciales, sus exportaciones no se han diversificado ni tampoco han acelerado el crecimiento del PIB. Ojalá algún día las autoridades entiendan que lo que un país exporta es extremadamente importante y que la diversificación y sofisticación de exportaciones debe ser el principal objetivo de la política económica, algo que no se logra confiando dogmáticamente en la firma de acuerdos comerciales como principal estrategia productiva.
Referencias
Banco Mundial. (2024). World Development Report: The Middle-Income Trap.
CEPAL. (2012). La economía coreana: seis décadas de crecimiento y desarrollo.
Hausmann, R., Hidalgo, C. A., Bustos, S., Coscia, M., Simoes, A., & Yildirim, M. A. (2014). The Atlas of Economic Complexity. En The MIT Press eBooks. https://doi.org/10.7551/mitpress/9647.001.0001
Hoyos, M. (2025). Tariffs and growth: Heterogeneity by economic structure. Journal of Comparative Economics. https://doi.org/10.1016/j.jce.2025.08.002
Lane, N. (2025). Manufacturing Revolutions: Industrial policy and industrialization in South Korea. The Quarterly Journal of Economics, 140(3),1683-1741. https://doi.org/10.1093/qje/qjaf025
Shin, H., y Lee, K. (2012). Asymmetric trade protection leading not to productivity but to export share change: The Korean case from 1967 to 1993. Economics of Transition, 20(4), 745–785. https://doi.org/10.1111/j.1468-0351.2012.00445.x
