El Banco Central con un rol ampliado en un sistema monetario electrónico puro
Trond Andresen
La moneda física (billetes y monedas) está desapareciendo progresivamente como medio importante de intercambio, tanto en países desarrollados como en desarrollo. Las transacciones hechas con tarjetas de débito, computadoras y teléfonos moviles son cada vez más importantes. Este proceso, conducido por el avance técnico, abre algunas posibilidades muy útiles, entre ellas, un nuevo rol beneficioso para el Banco Central -y la sociedad-. El artculo asume un escenario donde un país emite su propia moneda, y todo el dinero es «electrónico» (sin billetes y monedas). Esto le da un impulso adicional a la solución de dinero soberano: todos los depósitos están en el Banco Central.
El artículo tambien argumenta que, en un sistema de este tipo, donde los bancos no pueden crear «dinero-crédito» al otorgar sus préstamos (en esto se asemeja a la solucion del 100 % de reservas que muchos reformadores proponen), la economa no necesariamente resultará afectada por escasez de crédito para la inversion -una prevencion que no solo sostienen quienes defienden el sistema financiero actual, sino tambien muchos de sus crticos-. Esto se logrará recurriendo al truco no convencional de dejar que los bancos comerciales recurran al financiamiento del Banco Central para otorgar sus préstamos. Un tercer punto del documento es argumentar que la simplificación del sistema financiero debera ser un objetivo en sí mismo.