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MMT Blog 4: MMT, COMPORTAMIENTO Y BALANCES SECTORIALES

Esta entrada forma parte de una Introducción a la MMT, cuyo índice se encuentra aquí.

Por L. Randall Wray, traducido y adaptado por Daniel Carrera

En el Blog #2 introdujimos algunos principios de contabilidad macroeconómica; mientras que en el Blog #3 descansamos un poco de contabilidad y echamos un vistazo a la subida y caída de la economía “Ricitos de Oro” en los Estados Unidos. De esa manera, aplicamos nuestra identidad de balance sectorial al caso estadounidense. En el Blog de hoy, profundizaremos un poco en la contabilidad, observando las relaciones entre los flujos (déficits) y los inventarios o «stocks» (deudas). Para evitar caer en errores, tenemos que asegurarnos de que haya “consistencia” entre nuestros flujos y nuestros inventarios. Queremos asegurarnos de que todos nuestros gastos y ahorros vengan de algún lugar y vayan hacia algún lugar. También debemos asegurarnos de que el excedente de un sector se compense con el déficit de otro sector. Esto se parece mucho a seguir el marcador de un juego de baseball; de hecho, la mayoría de “marcadores” financieros son realmente entradas electrónicas en el mundo moderno.

Además, intentaremos mencionar algo acerca de la causalidad. No es suficiente afirmar, que a nivel agregado el excedente privado, más el balance del gobierno, más el balance externo equivalen a cero. Nos gustaría ser capaces de entender por qué el balance del sector privado fue negativo durante los años “Ricitos de Oro” de Clinton, mientras que el balance del gobierno era positivo – cómo llegamos a ese punto y qué tipo de procesos indujo. Obviamente, aquello es necesario entender antes de que podamos realmente analizar la situación y formular políticas. A diferencia de la identidad contable macroeconómica (que debe cumplirse), no es posible decir con certeza qué causa el balance particular de algún sector. Es un poco fácil afirmar que, si el gobierno consigue un excedente, y el balance externo es positivo (el sector externo gasta menos de lo que recibe), entonces el sector privado doméstico tiene que ser negativo por la identidad contable (es decir, que tenga un déficit). Todo debe sumar cero.

Explicar por qué el sector privado tuvo un déficit durante los años Ricitos de Oro es más difícil; es incluso más complicado proyectar si el déficit debería continuar y por cuánto tiempo. Ya he dejado claro en el Blog #3 que acerté mal – los déficits del sector privado continuaron por 4 años más de lo que yo esperaba. Es muy difícil que las proyecciones acierten – si fuera fácil, todos los teóricos MMT harían mucho dinero apostando por resultados específicos. Otra forma de decir esto es afirmar que un buen entendimiento de la MMT no le brinda a uno ningún monopolio de explicar la causalidad. No debemos confiarnos demasiado. Como el gran Wynne Godley solía decir; él no hacía pronósticos, al contrario, hacía proyecciones contingentes.

Por ejemplo, utilizando el trabajo de Godley, el Instituto de Economía Levy (www.levy.org) realiza dichas proyecciones. Típicamente, comienza con proyecciones OPC (Oficina de Presupuesto del Congreso) del patrón de déficits fiscales y crecimiento económico de los próximos años. Las proyecciones OPC se determinan bastante por la ley vigente (i.e. leyes que determinan el gasto y los impuestos del gobierno, así como, mandatos sobre la reducción del déficit). Sin embargo, las proyecciones de la OPC no son consistentes en flujos e inventarios, y no adoptan el enfoque de los tres balances sectoriales (esto solía enloquecer a Godley). En otras palabras, las proyecciones son incoherentes. Sin embargo; dado que se presentan proyecciones sobre el balance del gobierno y el crecimiento del PIB, así como, estimaciones empíricas de varios parámetros económicos (propensión a consumir e importar, por ejemplo); uno puede construir un modelo consistente de flujos e inventario que reproduzca los balances sectoriales implícitos, así como, el patrón de deuda. El Instituto Levy usualmente encuentra que las tasas de crecimiento económico (por ejemplo), más las proyecciones del déficit fiscal usadas en los pronósticos de la OPC, implican balances altamente improbables en los otros dos sectores (privado doméstico y externo); así como, en las ratios de deuda privada. Para hacer ese tipo de análisis, usted debe ir más allá de simplemente las identidades contables.

Déficits -> ahorros y deudas -> riqueza. Ya hemos establecido en nuestros blogs anteriores, que los déficits de un sector equivalen a los excedentes de (por lo menos) uno de los otros sectores. También hemos establecido que las deudas de un sector, equivalen a la riqueza financiera de (por lo menos) uno de los otros sectores. Hasta aquí, todo aquello surge de los principios de la contabilidad macroeconómica. Sin embargo, los economistas desean analizar más allá; como todos los científicos, a los economistas les interesa la causalidad. La Economía es una ciencia social; es decir, una ciencia que explora sistemas extraordinariamente complejos; donde la causalidad nunca es fácil de avizorar, ya que los fenómenos económicos están sujetos a interdependencias, histéresis, causalidad acumulada, entre otras cosas. Aún así, podemos afirmar algo sobre las relaciones causales entre los flujos y los inventarios que hemos estado discutiendo en previos blogs. Algunos lectores notarán que las conexiones causales adoptadas aquí, provienen de la teoría Keynesiana.

a) El gasto individual se determina mayoritariamente por el ingreso. Nuestro punto de inicio será la decisión de gasto del sector privado. Para el individuo, parece adecuado afirmar que el ingreso determina ampliamente el gasto; ya que alguien sin ingreso, estará ciertamente restringido cuando decida adquirir bienes o servicios. Sin embargo, es aparente que incluso a nivel individual, el vínculo entre el ingreso y el gasto no está determinado – uno puede gastar menos que su ingreso, y acumular activos financieros netos, o uno puede gastar más que su ingreso contrayendo pasivos financieros y, por lo tanto, endeudarse. Aun así, a nivel de la firma u hogar individual, la dirección de causalidad ampliamente se dirige desde los ingresos hacia los gastos, incluso si la correspondencia entre ambos flujos no es perfecta. Hay pocos motivos para pensar que los gastos de uno determinan sus ingresos.

b) Los déficits crean riqueza financiera. También podemos afirmar algo sobre la dirección de la causalidad, concerniente a la acumulación de riqueza financiera a nivel individual. Si un hogar o una firma decide gastar más que su ingreso (consiguiendo un déficit presupuestario), puede adquirir pasivos para financiar sus compras. Estos pasivos serán acumulados como riqueza financiera neta por otro hogar, firma o gobierno que esté ahorrando (consiguiendo un excedente presupuestario). Por supuesto, para que tenga lugar esta acumulación de riqueza financiera neta, necesitamos que algún hogar o firma esté dispuesto a incurrir en déficit de gasto, y otro hogar, firma o gobierno que esté dispuesto a acumular riqueza en forma de préstamos para financiar dicho déficit de gasto. Podemos decir que “se necesitan dos personas para bailar un tango”. Sin embargo, la decisión de incurrir en un déficit de gasto es la causa inicial de la creación de riqueza financiera neta. Sin importar cuantos otros deseen acumular riqueza financiera, no serán capaces de hacerlo a menos que alguien esté dispuesto a incurrir en un déficit de gasto.

A pesar de ello, es cierto que el hogar o la firma no serán capaces de incurrir en un déficit de gasto, a menos que puedan acumular activos o hallar a alguien que esté dispuesto a mantener sus pasivos. Podemos suponer que existe una propensión (o deseo) de acumular riqueza financiera neta. Esto no significa que cada hogar o firma individual será capaz de adquirir deuda para financiar su déficit, pero asegura que muchas firmas y hogares hallarán a alguien dispuesto a sostener sus deudas. En el caso de un gobierno soberano, existe un poder especial – la habilidad de imponer impuestos – que garantiza virtualmente que las firmas y hogares quieran acumular deuda gubernamental. (Este es un tema que detallaremos después). Concluimos que, mientras la causalidad es compleja y se requiere “dos personas para bailar un tango”, la causalidad proviene del déficit de gasto individual, hacia la acumulación de riqueza financiera neta; y desde la deuda hacia la riqueza financiera. Dado que la acumulación de un inventario de riqueza financiera es resultado de un excedente presupuestario, es decir, de un flujo de ahorro, podemos también concluir que la causalidad tiende a ir desde el déficit de gasto, hacia el ahorro.

c) El gasto agregado crea ingreso agregado. A nivel agregado, tomando la economía como un todo, se define mejor la causalidad. Una sociedad no puede decidir tener más ingresos; pero puede decidir gastar más. Además, todo gasto debe ser recibido por alguien, en algún lugar, como un ingreso. Finalmente, como se discutió antes, el gasto no está necesariamente restringido por el ingreso, ya que es posible que los hogares, firmas o gobiernos gasten más que su ingreso. De hecho, como se discutió, cualquiera de los tres sectores principales puede incurrir en un déficit, y por lo menos uno de los otros dos, conseguirá un excedente. Sin embargo, a nivel agregado, no es posible que el gasto sea diferente al ingreso agregado, puesto que la suma de los balances sectoriales equivale a cero. Por todas estas razones, se debe revertir la causalidad entre el gasto y el ingreso a nivel agregado: mientras que, a nivel individual, el ingreso causa el gasto, a nivel agregado, el gasto causa el ingreso.

d) Los déficits en un sector, crean excedentes en otro. Previamente, demostramos que los déficits en un sector equivalen, por identidad, a la suma de los excedentes de otro(s) sector(es). Si dividimos la economía en tres sectores (sector privado doméstico, sector público doméstico y sector externo), entonces si un sector incurre en un déficit, por lo menos otro debe conseguir un excedente. Al igual que en nuestro análisis de balance individual, se necesita de “dos personas para bailar un tango” en el sentido en que un sector no puede incurrir en déficit si ningún otro sector alcanza un excedente. Equivalentemente, podemos afirmar que un sector no puede adquirir deuda, si ningún otro sector está dispuesto a acumular instrumentos de deuda.

Por supuesto, una buena cantidad de la deuda adquirida en un sector, será propiedad de otros en el mismo sector. Por ejemplo, si echamos un vistazo a las finanzas del sector privado doméstico, hallaremos que la mayor parte de la deuda de los negocios es propiedad de firmas y hogares domésticos. En la terminología que hemos introducido con anterioridad, esta es “deuda interna” de aquellas firmas y hogares que incurren en déficits, financiados por “riqueza interna” de aquellos hogares y firmas que alcanzan excedentes presupuestarios. Sin embargo, si el sector privado doméstico en su conjunto gasta más que su ingreso, debe adquirir “deuda externa”, contabilizada como “riqueza externa”, por al menos uno de los otros dos sectores (sector público doméstico y sector externo). Debido a que la causa inicial de un déficit presupuestario es el deseo de gastar más que el ingreso, la causalidad generalmente va desde los déficits a los excedentes, y desde la deuda a la riqueza financiera neta. Si bien reconocemos que ningún sector puede incurrir en déficit, a menos que otro quiera alcanzar un excedente; esto usualmente no es un problema, ya que existe una propensión a ahorrar activos financieros netos. Es decir, existe el deseo de acumular riqueza financiera – lo que, por definición, corresponde al pasivo de alguien.

Conclusión. Antes de avanzar, es importante enfatizar que todo en este blog (así como en el Blog #2), se aplica a la contabilidad macroeconómica de cualquier país. Si bien los ejemplos utilizan el dólar, todos los resultados se aplican, sin importar el tipo de moneda que se utilice. Nuestra ecuación macroeconómica fundamental:

Balance Privado Doméstico + Balance Gubernamental Doméstico + Balance Externo = 0

Se aplica estrictamente a la contabilidad de los balances de cualquier moneda. Dentro de un país, también pueden existir flujos (que se acumulan como inventarios) de divisas extranjeras; de igual manera, existirá una ecuación macroeconómica de balance para dichas divisas.

Note que nada cambia, si expandimos nuestro modelo para que incluya a diferentes países; cada uno de ellos emitiendo su propia moneda. Habrá una ecuación macroeconómica de balance para cada país y para cada moneda. Las firmas individuales o los hogares (o gobiernos), pueden acumular activos financieros netos denominados en varias monedas y, a viceversa, las firmas individuales o los hogares (o gobiernos) pueden adquirir deuda neta denominada en distintas monedas. Incluso puede ponerse más complicado, si un individuo incurre en déficit en una moneda y alcanza un excedente en otra (adquiriendo deuda en una moneda y acumulando riqueza en otra). Aun en ese caso, para cada país y para cada moneda, habrá una ecuación macroeconómica de balance.

OK, ha sido suficiente por esta semana. Recordar a los comentaristas que esta es una Introducción. Recolectaremos las preguntas y comentarios hasta el miércoles, luego postearemos las respuestas. Apreciamos los comentarios y preguntas relacionadas directamente con este blog. Realmente no queremos comentarios de quienes ya han examinado y descartado la MMT.

2 comentarios en “MMT Blog 4: MMT, COMPORTAMIENTO Y BALANCES SECTORIALES”

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